Producción de madera aserrada el 2020 alcanzó los 7,87 millones de m3.
La industria del aserrío y su principal producto, la madera aserrada, reúnen una serie de características que le otorgan al rubro un gran atractivo para la actividad económica de un país. En el caso del sector forestal chileno esta industria es lejos la más numerosa en unidades productivas, las que se encuentran distribuidas en todas las regiones del centro y sur del país, desde la Región de Valparaíso hasta la Región de Magallanes; solo la macro región norte no cuenta con aserraderos y eso se debe fundamentalmente a la nula disponibilidad de recursos forestales maderables en la zona y las limitantes de costo que representa el transporte de madera en trozos desde las regiones productoras. Así, las grandes unidades productivas de madera aserrada se concentran en las regiones de la zona centro sur –Maule, Biobío y Araucanía– asociadas principalmente a los recursos forestales de plantaciones de pino radiata.
En el año 2020, la producción de madera aserrada alcanzó los 7.873.826 m3, volumen que disminuyó por segundo año consecutivo, en un contexto de emergencia sanitaria desatada por la llegada del coronavirus a inicios de ese año. Dos años antes, en el 2018, la situación que afectaba a la industria el aserrío era la alta oferta de trozos quemados en los aserraderos como consecuencia de los mega incendios del año anterior, pero durante el año 2019 esta oferta se acabó y el alza de precios de los trozos no se hizo esperar. Junto a ello, la baja demanda del mercado internacional llevó a algunas plantas a disminuir su producción, por falta de mercado para la madera aserrada y sus manufacturas.
En los inicios del año 2020 la actividad económica general del país era baja como resultado del estallido social de fines del 2019 y luego, en marzo del 2020, con la pandemia declarada, esta situación se acentuó, creciendo la incertidumbre sobre la situación del mercado de la madera aserrada, a lo que se agregaron dificultades para operar con normalidad como consecuencia de las restricciones impuestas por el coronavirus (ausentismo producto del miedo al contagio). En el segundo semestre del 2020, se gatilló una fuerte demanda por madera, por lo que los productores que disponían de madera la vendieron rápidamente, encontrándose con problemas de falta de abastecimiento de trozos para seguir produciendo y con una sensación de especulación con la escasez de trozos. El alza de precios de la madera aserrada y otros productos de madera comienzan a subir con fuerza a partir del cuarto trimestre del 2020.