Altos y bajos en la producción de Madera Laminada Encolada (MLE)
La producción de MLE muestra rasgos de inestabilidad desde 2019, año en que INFOR inició su medición estadística. Esto se deriva, principalmente, del hecho que la oferta de esta industria reacciona a la demanda en proyectos de construcción específicos del segmento de la construcción no habitacional, cuya actividad es imprevisible. Así, queda en evidencia la importancia de acrecentar la difusión de las múltiples aplicaciones que este producto de ingeniería tiene en el sector de la construcción, habitacional y no habitacional, debido a sus ventajas para el diseño arquitectónico y a su capacidad de cubrir grandes luces.
Las vigas son lejos la principal forma en que se fabrica la MLE y estas son mayoritariamente sin impregnación. Los pilares son la segunda forma en que se fabrica la MLE, también con o sin impregnación, dependiendo del uso que se les vaya a dar. Tanto la producción de vigas como la de pilares muestran inestabilidad en el tiempo.
Cabe señalar que la baja en la producción de los últimos años, -21,8% en 2022 y se anticipa otra mayor en el 2023, se debe en parte a que las empresas de MLE de mayor tamaño están realizando interesantes incursiones en la producción de CLT (madera contralaminada), otro producto de ingeniería en madera que disfruta de una gran popularidad en los países desarrollados, principalmente en la construcción de edificios de gran altura.